En los niños es natural mirarse con simpleza, ellos no se esconden ni tienen prejuicios, no le temen a la verdad que los vive como los adultos, por eso Cristo dice : “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de tales es el Reino de los Cielos. (Mateo 19: 14)».
Este círculo está conformado por los hijos de creyentes que hacen parte del Movimiento de Santiago, Buin y El Bosque. Es un espacio para apoyar la labor de guía de los padres que han asumido el camino espiritual crístico y la responsabilidad de ser maestros de sus hijos, por lo que tienen un compromiso de coherencia ante ellos.
Con juegos y ejercicios de contemplación y oración estos pequeños irán recibiendo elementos para ir estableciendo el lazo en la relación con Cristo como el Dios que Es y la Oración como el diálogo con Él, la plataforma de las virtudes como base de formación en el recorrido del camino del Espíritu que los habita.
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