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abril 27, 2022
La Revolución Cristica: Camino Espiritual en pleno Tiempo de Tribulación

Cuando en los años 90-99 hablábamos, entre personas con recorrido en la senda espiritual, de los Tiempos de Tribulación que los oráculos, como el I Ching y los Oráculos Cristicos, nos avisaban en su etapa más palpable y concreta, no lográbamos acertar sobre sus dimensiones y modos de manifestarse; sabíamos que sería evidente desde el 2001, con acentuaciones en el año 2003 y  en el año 2012; con pronósticos de crisis climática irremediable e inicio de la fase más álgida de estos tiempos convulsos, desde el año 2019… pero, igualmente, no podíamos imaginar cómo sería en realidad. Desde visiones apocalípticas aconteciendo en cortos años, hasta una esperanzadora cautela, nos acompañaron en nuestra labor espiritual que entonces aparecía aun confusa y no contaba con la aceptación de las personas que se decían ‘espirituales’ o ‘de fe activa.

Transitando por el año 2022, con una guerra lejana de nuestra América Latina pero cercana en sus efectos, y con evidente amenazas de ‘tercera guerra mundial’ o ‘guerra nuclear’, con una pandemia soterrada que subyace emboscada, con una ‘normalización’ del calentamiento global y ‘adaptación’ a la crisis climática – lo que es o una gran mentira o una grosera irresponsabilidad-, y con un desajuste global de la economía capitalista en todos sus ámbitos, y una readecuación de la correlación de poderes imperiales (China- EEUU-Rusia- Europa)… ya entramos en los años duros de este tiempo de Tribulación.

La violencia sin causa en el común de la gente, la violencia social y política, la violencia como factor de expresión más rudimentaria que se convierte en modo de imponer la propia fuerza, muchas veces sin razón:  es el efecto del miedo, y es hija de la ira, y es arma para la ambición desenfrenada. Y como los Estados democráticos no están preparados para administrar caídas profundas, debidos a que cualquier medida que sobrepase el Estado de Derecho es ya una contradicción grave de la misma democracia: se abre camino, por fatal inercia, la amenaza del nefasto populismo, el que puede vestirse de izquierdas o de derechas, pero que siempre será el virus que empeorará a la enfermedad.

Otros hechos, no de causas humanas, se añadirán a esta revolución del tiempo: la naturaleza no ha mostrado todo su poder transformador (y destructor),  ni el Cosmos aún ha expuesto lo frágil que somos como planeta pequeño en medio de portentos siderales que recién estamos aprendiendo a conocer.

Así es, entonces, este tiempo de Tribulación. Y desde este punto la evolución de este camino inexorable es hacia su agudización y apunta a la suma de los conflictos y de los cambios, y no a ’la normalidad’ del pasado ni a ‘largos remansos’ de paz planetaria que podríamos anhelar.

Ya no cambiaremos al mundo, ni podemos cambiar al Hombre mediante grandes propuestas sociales, ideales o ideológicas, y mucho menos religiosas.

El combate  se ha centrado hoy en la Persona, en cada Persona, bajo un Compromiso y una Responsabilidad que exige Cordura y Buen Discernimiento. No hay espacio para los extravíos intelectuales sobre teorías y dogmas: es hora de regresar a la simplicidad…no a lo baladí o a lo superficial, ¡no!… sino que a lo simple de la Sabiduría que proviene de Lo Espiritual.

Tampoco es tiempo para ‘búsqueda de autorrealización… individualistas y egotistas’ en medio de un mundo que está en crisis y cuyos Seres inteligentes requieren de sendas liberadoras y ya no más cadenas falaces de salvaciones imaginarias.

Más bien es el minuto preciso para asumirse Uno Mismo cuan PERSONA ESPIRITUAL antes que SER CARNAL, y aceptar que el Espíritu, -que Dios Creador nos ha heredado-, YA está en nosotros: y no es el Alma (Sentidos), y no es la Mente (Pensamiento) que no es lo Carnal (Cuerpo) sino que es ‘Dios Viviéndonos’. Y debemos aceptar que esta Gracia (el nacer con un código divino oculto en nosotros para que seamos, en nuestro empeño y fe, quienes hallamos a este Yo Superior que nos hace ‘Hijos-Hijas de Dios´) se lo debemos a los Hechos que el Cristo impuso en los Tres Días de Revolución entre la muerte carnal de Jesús y el gran acontecimiento de la Resurrección.

Tales Hechos liberadores debemos investigar y Discernir, sin entrar en las alambicadas doctrinas de la teología, ni en las especulaciones del esoterismo inconducente.

Lo simple entonces es asumirnos personas Espirituales e ir al encuentro del Espíritu que nos habita: a eso llamamos ‘Camino Espiritual’. Y tal ‘movimiento retrogrado’ (hacia lo profundo y lo atemporal) comienza con simplemente asumirnos como pasajeros, andariegos, peregrinos de una vida material que perecerá, que pasará, que envejecerá y morirá, y que dicho tramo de existencia es para transcender La Carne y lo Artificial de este mundo, para seguir VIVOS una vez abandonemos a la máquina biológica que cobija al verdadero Yo…al Yo Superior, al Yo Soy que debemos hacer prevalecer… al Espíritu.

Si este Camino Espiritual no nos transforma y no nos convierte en SEMBRADORES de LUZ, para que ayudemos a muchos y a muchas a encontrar la veta de la senda espiritual: entonces nada nos cambiará, y todo aquello que nos parece distinto o mejor en nosotros no será más que un maquillaje que nos dejará exactamente en el mismo lugar de donde no tenemos escape, ni transcendencia.

Ya no cambiaremos al mundo. Ya no ayudaremos al Hombre desde causas religiosas o políticas que de seguro nos hunden en el sectarismo y la miopía y al final entregan razones a lo peor del sistema Cainita: el poder del dinero, el mercantilismo, el esclavismo, la violencia, la aniquilación espiritual del Ser Humano.

Pero sí podemos abrir una brecha y comenzar a trizar al sistema mundano: transformándonos nosotros en Seres Espirituales en plena Coherencia con nuestra calidad, y no escondiendo nuestra luz, aunque pequeña, sino que expandiéndola entre otros y otras para que también ellos y ellas descubran que la Elevación y la Liberación no está en este Mundo sino que en las claves que YA se hallan en nosotros… por y para Gracia de un Plan Superior que debemos descubrir y conocer por vía del Camino Espiritual Cristico. 

Lo simple es asumirnos parte de un Orden que no es de este Mundo. Ese es el Camino Espiritual Cristico. Porque nadie se libera y menos trasciende en el caos ni en el libertinaje que pareciera ser ‘revolucionario’ pero que en verdad es la versión psicodélica del mismo Orden Mundano. 

El Camino Espiritual posee un Orden, y el Camino Espiritual Cristico YA posee una Pertenencia Divina y un Plan que nos integra a un Ordenamiento que no es de este Mundo, ni es Mundano en su esencia y propósitos.

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